Por presiones del Ministerio Público
de Brasil y denuncias de contaminación en tierras indígenas, la
empresa Raízen, subsidiara de la transnacional Shell, decidió dejar
de comprar caña de azúcar proveniente de tierras indígenas, para
su producción de etanol.
Raízen, conformada por
la unión de Shell y Cosan, se comprometió, a inicios de mes, con la
Fundación Nacional del Indio (FUNAI), a no comprar caña de azúcar
producida en tierras indígenas guaraníes del estado de Mato Grosso
del Sur.
En 2010, Cosan fue
acusada por el Ministerio Público Federal (MPF) de Mato Grosso de
adquirir caña ilegal proveniente de tierras pertenecientes a la
reserva indígena Guyraroká, en el municipio de Caarapó, estado de
Mato Grosso del Sur.
La reserva Guyraroká
había sido delimitada en 2009 por el Ministerio de Justicia, con el
auspicio de FUNAI.
Contaminación
De acuerdo a la ONG
Survival -que realizó una campaña denunciando esta problemática-,
los indígenas guaraníes de la zona afirman que los pesticidas
usados en los campos de caña estaban contaminando sus ríos.
Asimismo, denunció el
asesinato de sus líderes por parte de pistoleros que “actúan a
instancias de los propietarios de las plantaciones de caña de azúcar
y de los ganaderos que se han apoderado de la mayor parte de sus
tierras”, señala la ONG.
El año pasado,
Survival difundió, en su portal web, una carta de los indígenas
guaraníes a las dos empresas afirmando que los pesticidas les
estaban ocasionando daños a la salud y pérdida de biodiversidad.
“Desde que la fábrica
comenzó a operar, la salud de todos nosotros se ha deteriorado: la
de niños, adultos y animales”, denunciaron.
“Ya no podemos
encontrar muchas de las medicinas que solían crecer en la selva…
las plantas han muerto a causa del veneno” añadía la misiva.
Ejemplo a
seguir
Según Survival, la
empresa espera que su retirada sea un “ejemplo a seguir” por
otras compañías. Asimismo, afirma estar comprometida “con el
respeto a la tierra indígena declarada por el Ministerio de
Justicia”.
Igualmente, apunta que
antes del 25 de noviembre cesaría definitivamente la compra de caña
“producida en tierra declarada indígena”, señala el portal web.
La ONG señala que
Raízen llevará a cabo un “programa de inversión social centrada
en la población indígena” y consultaría con FUNAI “para evitar
cualquier inversión o expansión en zonas de conflicto que pudieran
ser reconocidas como indígenas en el futuro”.
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